miércoles, 26 de marzo de 2014

CONCURSO



Después de haber dejado sus escarlatas uñas rasgadas entre las teclas A y Z de su vieja Olivetti; de colmar una copa de vino tras otra dejando exhausta y vacía la botella.  Todo ello almacenando a su izquierda prístinas hojas de papel, atiborradas ahora, de gerundios, artículos, nombres y adjetivos.  Luego que dieran las negras manecillas del reloj  dos vueltas completas marcando el inicio de un nuevo día.  Descubrió, con sombría alarma, las bases del concurso donde especificaban en negrilla: máximo 100 palabras.

Tere Casas© 2014

1 comentario:

maria candel dijo...

Si, hay veces que el limite de palabras no sólo está en los concursos, también en nuestra vida como ciudadanos,o somos nosotros mismos quien nos las limitamos....
Un abrazo