martes, 11 de febrero de 2020

TRANSICION





Un día llegó.  Cambió los verdes por ocres y acolchó el adoquinado de cálidos colores, dándole sensación de profundidad a nuestros pasos. No vino solo, le acompañaba el inseparable viento, quien con su soplo maquillaba la ciudad de sepias.   Chocolate humeante, castañas y boniatos asados.  No era un extraño.  Era, nuevamente, Otoño.

Tere Casas © 2018 Seleccionada por Diversidad  Literaria (Otoño e Invierno IV)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabes, día a da me sorprendes más. No sé si para bien o mal.
Te lo dejo ahí.